lunes, 7 de abril de 2014

El día que murió Kurt Cobain (Breve diario de un sábado habitual en la primera mitad de los 90)

(20 años después, el autor ha olvidado muchos detalles y es probable que los mezcle con otros de la misma época. No obstante, los hechos que se mencionan son absolutamente reales)

El día que murió Kurt Cobain yo tenía 18 años y el pelo largo. No recuerdo por qué, pero me suena que era sábado, 5 de abril de 1994. He consultado el calendario y no, quizá era Semana Santa...

Me levanté de la cama sobre las 10 de la mañana porque a las 11 había quedado, como cada sábado o fiesta de guardar, para jugar un partido de futbito. Salí de casa, en el Rosal ovetense, a eso de las 10.40, enfundado en mi camiseta del Real Oviedo marca "Kelme", aquella que el equipo lució en su primera y única aparición en la Copa de la UEFA.

Sobre las 11 llegué a la pista de futbito, gratuita y al aire libre. La llamábamos "Vallekas", por aquello de su emplazamiento en un barrio considerado "marginal" (San Lázaro, Oviedo). Allí estábamos 14 personas, faltaba una por llegar. Por el legendario y equitativo sistema del "pares o nones", formamos 3 equipos de 5 futbolistas cada uno (a la espera del que faltaba). Las reglas estaban claras: jugaban dos equipos y uno esperaba. Los partidos duraban 15 minutos, salvo que un equipo lograra dos goles, con lo que se daba por acabado y entraba el equipo que estaba esperando.

A las 11.14, cuando estábamos a punto de empezar el primer partido, apareció la persona que faltaba y comentó la causa de su retraso: "han dicho en el telediario que ha muerto Kurt Cobain, que se ha suicidado, y me he quedado un rato viéndolo". Como tardíos adolescentes, existencialistas, agonías, lectores de Bukowski y fans de Nirvana, la noticia nos impactó: un tío de 27 años que, se supone, tenía todo, se había suicidado pegándose un tiro en la cabeza… y nunca veríamos a ese grupo en directo…

Con esa noticia en mente jugamos los partidos (párrafo apto sólo para "iniciados"): la "hormiga" metió algún gol, "Poyando" remachó algunas jugadas en línea de gol y falló ocasiones cantadas, "Chavalín" tiraba a la escuadra y el "ñu normal" perseguía la pelota de lado a lado… Sobre las 12.30, agotados y sudados nos fuimos caminando hacia casa tras reponer líquidos en una fuente. Una breve tertulia antes de despedirnos y nos emplazamos para la tarde-noche, quizá para homenajear a Cobain…

A las 18.30 habíamos quedado en la plaza del Ayuntamiento. Nos dirigimos hacia el bar "Etcétera" donde aquel tipo, alias "El Junco", nos esperaba siempre sonriente con sus descuentos y vales 2x1 en la mano. La oferta era irrechazable: 2 copas al precio de 1 por 350 pesetas… Cogimos nuestros descuentos y entramos en el garito, que se había convertido en un lugar habitual de reunión en las tardes de los sábados. En la televisión, Metallica lo daba todo en el "Cliff'em all". Sin sonido, eso sí, pero era agradable ver aquellas imágenes. Y comenzamos nuestro homenaje…

Mulatos (ron-cola) y albinos (vodka-limón/Seven Up). De la libido ni hablamos, por las nubes. Teníamos una hora para gastar los descuentos (happy hour), por lo que a menos diez siempre pedíamos unas cuantas copas, que situábamos en fila, encima de la mesa, como si se tratara de una procesión de Semana Santa… Counting Crows, Spin Doctors, Soundgarden, Pearl Jam, Sirenas Varadas, U2… y Nirvana, sonaban por los altavoces… Entregados al homenaje, hicimos los coros de "Rape me" como sapos en verano y, casi sin darnos cuenta, se acabó la hora feliz… Tras unos pogos en la cervecería "Máster" mientras sonaba el "Comerranas", recuperamos fuerzas con un bocadillo de lomo en "Entre pan"…

Tras la cena, retomamos el ritmo con el clásico recorrido "Movie"-"Paul & Cía", con destino final en el "Noche y Media", cuyo espejo sufrió la ira de un llavero de bronce y la realidad se hizo mil pedazos... Y, a las 3 de la mañana, para casa. Kurt Cobain había muerto y a nosotros nos quedaban, al menos, 20 años más de vida… quién iba a decirlo… olía a rollo adolescente, éramos jóvenes y eran los 90...




4 comentarios:

David Suárez Suarón dijo...

Buen "remember". Después de veinte años ya solo va quedando el mito, el de Kurt Cobain y la de aquella pista de Vallekas. Siempre os escuché hablar de esa pista.Fue una pena no haber podido jugar nunca allí jejej.

El Brujo dijo...

No recordaba si habías jugado allí... Noel creo que sí llegó a jugar (y quizá Mariano)... Pero bueno, todavía se puede organizar una pachanga de viejas glorias ¿eh?. ;-)

Vivimos buenos momentos en esa pista, en sus dos variantes: la de futbito y la pista de hockey que ya no existe...

Anónimo dijo...

Muy buena la crónica de aquel día y de aquella época. Si alguna vez jugué allí...estaría bien jugar esa pachanga, pero algunos ya no estamos para nada.
El tal M

David Suárez Suarón dijo...

Hay que organizar esa pachanga!!!Este año tuvimos que anularla a última hora en Navidades.