martes, 16 de enero de 2007

Madrid, destino turístico

Como sabéis, el fin de semana pasado tuve que viajar a la capital de nuestra nación de naciones, y aproveché para hacer un poco de turismo con el Hombre que Duerme. Pero no cualquier tipo de turismo, sino absolutamente cultural y fuera de los circuitos comerciales. Sobre todo dos visitas.


La Ciudad Lineal

Nuestra primera parada fue la Ciudad Lineal, o más bien lo que queda de ella, que parece únicamente la línea que sigue la carretera... si el pobre Arturo Soria levantara la cabeza... pues se encontraría con una consultoría detrás suya, como en la foto. Vamos a ilustrarnos con un poco de Historia.

Construida a partir de 1894, la idea de Ciudad Lineal, concebida por el mencionado Arturo Soria, constaba de una franja de viviendas unifamiliares encarcelas rodeadas de vegetación, sobre una vía principal que servía de eje de comunicaciones, de 40 m de ancho, y vías perpendiculares a esta de 20 m de anchura y profundidad escasa para no perder el contacto con el campo. Debía tener 50 km pero sólo se construyeron 5 (al menos 3 de los cuales caminamos sin sentido ninguno). Se enmarca dentro de las tendencias del urbanismo higienista de finales del XIX, junto a la de la Ciudad-Jardín. Su lema: “Para cada familia una casa; en cada casa una huerta y un jardín”. Las casas deberían de ser, más o menos, como las de la manzana de la fábrica de armas en Vetusta, para entendernos. (Este rollo lo he copiado de un libro, claro está).

Pues algo así esperaba ver, o al menos que quedara alguna casa, chalet u hotelito... pero nada. Las parcelas permanecen más o menos intactas, pero ahora están ocupadas por bloques de 4-5 plantas en su mayoría, y las calles perpendiculares por bloque más altos y unifamiliares tipo Los Serrano.

Caminamos unos 3 kilómetros, saludamos a don Arturo, petrificado ante lo que han hecho con su Ciudad, y llegamos a la parada de “Ciudad Lineal”, donde tomamosun metro rumbo al Bernabéu, del que hablaré otro día.

Una visita absolutamente cultural, aunque no les gustaría a los japoneses.

El Templo de Debod

Resulta que en Madrid se localiza el que probablemente sea el edificio más antiguo de España. Aunque no se construyó en España. Sino en el Antiguo Egipto. Aunque no conozco exactamente la historia (y no me apetece perder el tiempo buscando los datos), os cuento: al construirse la presa de Assuán sobre el Nilo, en los años 60 y, para salvar los colosos de Abu Simbel, varios países, entre ellos España, colaboraron con Egipto para desmontar y volver a montar los colosos en su ubicación actual. Como pago a su colaboración, el gobierno egipcio regaló un templo a los españolitos, templo que se instaló en Madrid. Y para allá fuimos a verlo.

En metro desde Callao hasta Príncipe Pío y luego a patita hacia Debod. Lo primero tras salir del Metro que, acertadamente, observó el Hombre que Duerme, fue el aspecto un tanto siniestro de la zona -una especie de parque-, algo que sería corroborado con la visión de un mendigo tirado en el suelo, al lado de un banco, y que parecía no respirar. Como estábamos en Madrid, ignoramos la escena y seguimos nuestro camino hacia el templo. Apretando el paso, eso sí, porque estaba oscureciendo y los cucos podrían acecharnos en los matorrales...

Tras trepar una breve loma con algunas protestas femeninas, allí estaba: cuatro piedras egipcias con un estanque rectangular delante. Y ya está. Se podía visitar por dentro pero estaba cerrado.

Tampoco les gustaría a los japoneses, pero seguro que les compensaban las vistas del Palacio Real que había desde el parque.

La visita terminó con la caminata hacia la Plaza de España, viendo allí un espectáculo de Capoeira y realizando varias fotos en actitud de “perturbados”, como fuimos denominados por una psicóloga con la que comparto vida y que no anda muy desencaminada en su definición...

De los “bloques” hablaremos otro día...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, je, je. Muy bien explicado todo, pero casi que lo de los "bloques" lo dejes al margen...

;-)

kikeconk dijo...

Creo recordar hace casi un año "protestas feneminas" al tomar un atajo en la ascensión a una loma, es que cuando te juntas con perturbados no hay quien te aguante....

Interesantes esas visitas a Madrid, lo del templo lo desconocía, y a Ciudad Lineal nunca se me había ocurrido ir, es una pena que no se valore el patrimonio urbanístico como el artístico, aunque en general ocurre con toda la arquitectura del siglo XX, no hay ningún respeto porque no es lo suficientemente "antigua", que es el criterio seguido habitualmente.